Hoy nos enfrentamos al Gernika en nuestro campo de Astola. El resultado final fue 2-2, pero las sensaciones que nos deja el partido son muy positivas.

Desde el inicio, el equipo mostró una gran personalidad: queríamos el balón, lo movimos con criterio y generamos peligro. Sin embargo, el fútbol a veces es cruel y, pese a nuestro dominio, encajamos dos goles en la primera parte. El primero llegó tras un rechace dentro del área, y el segundo fue consecuencia de un error en la salida de balón. En dos acciones aisladas nos vimos 0-2 abajo. Aun así, los chicos no bajaron los brazos en ningún momento.

En el descanso hablamos de seguir creyendo en nuestro juego, de no perder la calma. Y así fue. A los pocos minutos de la reanudación, Oihan marcó el 1-2 tras una jugada ensayada de córner que habíamos trabajado en los entrenamientos. Ese gol nos dio todavía más confianza, y desde ahí fuimos claros dominadores del partido. Circulamos el balón con mucha personalidad, y Amets, desde la posición de pivote, fue clave para que el equipo mantuviera el control y cambiará el juego de un lado a otro con mucha fluidez.

Cuando el partido estaba llegando al final, Oihan volvió a aparecer. Esta vez con un lanzamiento lejano de falta directa que se convirtió en un auténtico golazo y puso el 2-2 definitivo. Fue un premio al esfuerzo y la fe del equipo.

Hoy demostramos carácter, ideas claras y seriedad en nuestro juego. Si seguimos en esta línea, estoy seguro de que llegarán grandes resultados. Orgulloso del trabajo de los chicos. ¡Aupa Abadiño!

#WeAreAbadiñoKE